La norma que rige hoy vence en mayo próximo. Las provincias que producen bioetanol y biodiesel le presentaron un pre-proyecto y el ministro lo analizará con su equipo.
La producción de biocombustibles se ha integrado progresivamente a la cadena de valor agropecuaria y articula con sectores de la energía y de otros rubros como la farmacopea. En la imagen, una destilería de maíz para la producción de bioetanol en Río Cuarto, Córdoba.
El marco regulatorio de los biocombustibles entra en etapa de definiciones porque su vigencia concluye en mayo del año próximo y el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, busca elaborar una nueva ley, no prorrogar la N° 26.093 que rige actualmente. Por lo tanto los tiempos corren.
Kulfas mantuvo una reunión virtual días atrás con representantes de las provincias productoras de etanol (con maíz o caña de azúcar) y de biodiesel (a base de soja) y con directivos privados del sector, tras la cual se abrió una perspectiva de análisis y mesa de trabajo en las que participarían también las petroleras, las automotrices y funcionarios del ministerio de Agricultura, desde donde también se busca profundizar el potencial del sector.
El mensaje del ministro fue que su intención es trabajar en una nueva normativa reformulada en forma integral y no en una prorroga por poco tiempo, de manera que permita potenciar los beneficios de estos 15 años y promover nuevas inversiones.
Pidió centrarse en una mirada amplia, trabajando en un sentido bioeconómico, teniendo en cuenta el impacto en la cadena agro-industrial y productiva regional de los biocombustibles, y no solo sobre los combustibles líquidos en general.
Desde el sector público, además de Kulfas y su asesor Martín Alfie, participaron representantes de Tucumán (Juan Luis Fernandez y Santiago Yanotti), de Córdoba (Eduardo Accastello), de Santa Fe (Claudio Mossus), de Santiago del Estero (Miguel Mandrile) y de Salta (Martín de los Rios). Por parte de la secretaría de Energía de la Nación estuvo el subsecretario de Hidrocarburos y Combustibles, Juan José Carbajales.
En tanto, por el sector privado, hubo representantes de la Cámara de Industrializadores de Granos y Biocombustibles en Origen (CIGBO-Córdoba-José Porta), del Centro Azucarero Argentino (Jorge Feijoo), de Biomaiz (Patrick Adam), de la Cámara Santafesina de Energías Renovables (Casfer-Juan Facciano y Federico Pucciariello), de Carbio (Víctor Castro) y de la Asociación Argentina de Biocombustibles e Hidrógeno (Claudio Molina).
El sector privado realizó una presentación sobre bioetanol y otra sobre biodiesel. En ambas, se destacaron los beneficios que aportan a sus respectivas cadenas agroindustriales. Destacaron el sostenimiento de precios, las sustituciones de importaciones, los beneficios ambientales, y los desarrollos de productos derivados (como es el caso de la glicerina en biodiesel, entre otros), los biocombustibles de segunda generación y toda la industria oleo-química derivada de estos combustibles renovables.
Las cámaras presentes remarcaron que el pre-proyecto de ley de biocombustibles se formuló en el año 2019, en el marco de la Liga Boenergética, cuyas principales provincias participantes (Tucumán, Córdoba y Santa Fe) estuvieron representadas en la referida reunión.
El ministro agradeció las presentaciones y propuso organizar reuniones con técnicos del ministerio, para analizar los números del sector como así también aspectos del pre-proyecto de ley presentado por la liga de provincias bioenergéticas.