El nuevo programa de biocombustibles con Biodiésel al 30% (B30), apuntaría a obtener los beneficios ambientales y energéticos del Biodiésel.Foto: Jens Mesa Dishington, presidente de Fedepalma.
El sector palmicultor colombiano lanzó la propuesta al Gobierno Nacional de avanzar en una nueva etapa del programa de biodiésel con la meta de llegar a una mezcla del 30% (B30) e irradiar beneficios económicos, sociales y ambientales en los 21 departamentos palmeros del país.
“El nuevo programa de biocombustibles con Biodiésel al 30% (B30), no sólo apuntaría a obtener los beneficios ambientales y energéticos del Biodiésel, sino que generaría una demanda local adicional para el aceite de palma, que le permitiría duplicar el tamaño actual del sector palmero colombiano, conservando el modelo de negocio en el que nos mostramos resilientes con 50% de consumo nacional y 50% de exportaciones”, dijo Jens Mesa Dishington, Presidente Ejecutivo de Fedepalma.
Así mismo Mesa destacó las bases sobre las cuales es posible pensar en dicho programa. Primero, un sector organizado, empresarial, formal, con un producto versátil, demandado, eficiente, sostenible y conectado con varias cadenas de valor estratégicas. En segunda instancia, una experiencia exitosa que se fundamentó primordialmente en dos “palancas”: el FEP Palmero y el Programa Nacional de BIOdiésel.
“El Fondo de Estabilización de Precios ha permitido hacer un tránsito relativamente tranquilo de un sector concentrado solo en lo local, a uno que exporta cerca de la mitad de su producción. Y el Programa de BIOdiésel permitió duplicar las ventas locales de aceite de palma, con una mezcla de 10% (B10) en el combustible diésel nacional. Gracias a esas palancas, el sector más que duplicó su tamaño y su contribución a la economía nacional”, agregó Mesa.
El dirigente gremial también destacó el alto potencial de la agricultura colombiana que cuenta con tierra suficiente para sembrar y que está inexplotada. “Colombia solo desarrolla alrededor de 20% de su capacidad agropecuaria. De una frontera de alrededor de 40 millones de hectáreas, el área cultivada es inferior a 8 millones. Cuenta con recursos hídricos importantes y una población rural relativamente numerosa y pobre, con muchas necesidades de alternativas de ingreso y empleo”, dice Fedepalma a través de un comunicado.
“Con esta ambiciosa apuesta, estaríamos hablando de un sector palmero con más de un millón de hectáreas sembradas, multiplicando también todos sus beneficios inherentes a esta actividad. Si el Gobierno se compromete, este sería un programa de desarrollo económico, social y agrícola, sin precedentes en el país, que para realizarse requiere la voluntad política, audacia, ambición y visión estatal capaz de liderar un nuevo Programa de Biodiésel al 30% (B30) y fortalecer el mecanismo del FEP Palmero, en aras de soportar el modelo de negocio de forma ordenada, con idéntica distribución para el mercado interno y para el externo”, agregó Mesa Dishington.
POR XIMENA GONZÁLEZ
FUENTE: AGRONEGOCIOS